Master Class de FKT, por Iris Pessey
Para Iris Pessey, atleta de SCOTT, establecer una marca de velocidad (FKT) en su ciudad de Le Grand-Bornand, Francia, ha sido uno de sus objetivos más ansiados desde hace tiempo. El domingo 14 de julio de 2024, las estrellas por fin fueron propicias e Iris logró su ansiada meta, yendo desde el corazón de su localidad de Le Grand-Bornand hasta la cumbre de Pointe Percée (a 29 km de distancia y más de 1900 metros de altura) en menos de 4 horas. Y el equipo de SCOTT pudo presenciarlo en primera línea. Así es como sucedió...
“Tienes que fijarte el propósito de una nueva marca de velocidad lo mismo que si fuera una carrera: con planificación, esfuerzo y precisión”.
Imagen de Moritz GarhammerEstablecer una marca de velocidad en su ciudad es algo que Iris ha querido hacer desde hace mucho tiempo. Pero encontrar el momento adecuado dentro de un calendario repleto de carreras durante los últimos años no ha sido fácil. “Tienes que fijarte el propósito de una nueva marca de velocidad lo mismo que si fuera una carrera: con planificación, esfuerzo y precisión. Quería dar lo mejor de mí misma”, nos cuenta Iris. Y, finalmente, a mediados de julio encontró un pequeño hueco en su apretado calendario de carreras. Iris decidió que era ahora o nunca. Una fecha que, además, es muy especial: El 14 de julio es el Día Nacional de Francia, y el Día de Celebración de la Montaña en la localidad de Le Grand Bornand, un lugar muy especial para Iris.
“Estaba colgando de un árbol sin saber cómo bajar a las 10 de la noche del día antes de intentar mi marca...”
Imagen de Moritz GarhammerSe le presentó un problema familiar inesperado, que le planteó si debía seguir con el proyecto. Fue un momento difícil. Pero sus familiares la convencieron de seguir adelante con su plan, y ella decidió hacerlo. La víspera de su intento surgió un nuevo obstáculo cuando Iris aterrizó con su parapente en la copa de un árbol y quedó colgando a 7 metros del suelo sin saber cómo bajar. Eran las 10 de la noche... Tras salir del apuro, logró dormir un poco y llegar por fin aliviada en los últimos segundos antes de iniciar su intento al día siguiente. “Llegar a la línea de salida y ver que toda la gente que quiero estaba allí apoyándome me dio mucha energía y confianza en que podría lograrlo”, dice Iris.
“Puede que sea la carrera que he manejado mejor en toda mi vida”.
Imagen de Moritz GarhammerEn ese momento, Iris inició la que sería una de sus mejores actuaciones. “Puede que sea la carrera que he manejado mejor en toda mi vida. Me dediqué con ahínco, pero evitando cualquier esfuerzo innecesario”, nos cuenta, orgullosa de su logro. Mantuvo la concentración todo el tiempo, desde que se puso el casco protector para escalar la pared vertical de roca hasta el descenso a alta velocidad, en el mejor estilo de Iris.
“Cuando vi que lo había hecho en un tiempo de 3:36 no podía creerlo”.
Imagen de Moritz GarhammerEl plan original era completar el recorrido en 4 horas pero, al llegar el momento de la verdad, la realidad se impuso: Iris completó la ruta en un impresionante tiempo de 3 horas y 36 minutos, mucho más rápido de lo que había previsto. “Cuando vi que lo había hecho en un tiempo de 3:36 no podía creerlo. Fue todo un logro”, dice. Para superar este desafío, Iris se sometió a grandes riesgos en su entrenamiento, más de los que supera normalmente cuando se trata de carreras importantes, y le dio buen resultado. La semana anterior corrió 6000 metros de descenso vertical en un solo día, volviendo a subir cada vez en telecabina para acostumbrar sus piernas al descenso. “Fue extenuante hasta el día antes de la prueba, pero pienso que de verdad valió la pena. Yo sabía que podría establecer un récord, pero quería dar definitivamente lo mejor de mí… Y resultó todo un éxito”.
“Quería dar definitivamente lo mejor de mí… Y resultó todo un éxito”.
Un recorrido especial para Iris, desde el bullicioso centro de su localidad, poblado de caras desconocidas pero también de algunos rostros familiares. “Vi a tanta gente del lugar, amigos, familiares, antiguas niñeras, antiguos entrenadores, gente con la que había perdido contacto… Todos estaban allí fuera animándome”. Cuanto más avanzaba por la ruta, más amigos cercanos veía y, en la cumbre, entre otros, estaba su primer entrenador de esquí, que la había llevado hasta allí cuando ella tenía solo 8 años.
Al regresar a la ciudad se encontró con cientos de personas esperándola. Sonaba el himno nacional. Plena de emoción, Iris se derrumbó al llegar a la meta, exhausta y feliz. “El desafío significó aún más para mí porque tanta gente me dio su apoyo, y no fue porque invirtiéramos dinero para anunciarlo”. Incluso un amigo de Iris llegó esa mañana temprano desde Londres, y su hermano, que no es corredor, se unió a ella a lo largo de todo el último tramo del recorrido.
Cuando le preguntaron si pensaba completar otro desafío similar en el futuro, Iris respondió que por ahora quiere disfrutar el presente y no pensar demasiado en el futuro. Y añadió: “Para mí, esta marca de velocidad consistía en hacer lo que más me gusta. Sin premios, podios ni reconocimientos… Es lo que me queda en el corazón”.
Acerca de las marcas de velocidad
Poseer una marca de velocidad (Fastest Known Time, FKT) en tu ciudad es una idea que atrae mucho a la mayoría de corredores. Pero mientras muchos de nosotros nos conformamos con compartir nuestros pequeños esfuerzos en Strava, hay quienes con talento y determinación consiguen ir un paso más allá... Las mejores marcas de velocidad, para quienes pueden presumir de alcanzarlas, requieren un esfuerzo contra reloj a lo largo de rutas específicas, poniendo en juego su resistencia y su determinación, pero sobre todo su rapidez, para alcanzar la gloria de poseer marca más rápida.