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Te invitamos a acompañarnos en la búsqueda de los mejores recorridos para bicicleta de montaña eléctrica de todo el planeta. Además de rutas interesantes, también buscamos los mejores sitios para comer, dormir y conocer la zona con y sin la bicicleta. Hemos reclutado a varios de los embajadores y deportistas de SCOTT más conocidos para que nos sirvan de guías en nuestra búsqueda de paraísos de la bicicleta eléctrica. ¡Sigue leyendo para enterarte de quién se ha sumado a la aventura!

Los E-Xplorers

Texto de Scotty Laughland

¿Qué hace que un viaje en bicicleta de montaña sea una experiencia de ensueño? ¿El lugar? ¿Los senderos? ¿La gente? ¿La cultura? ¿Los paisajes? ¿Y si te dijera que este lo tenía todo?

Empecé a planificar este viajes a finales de año, estudié rutas, intenté encontrar recomendaciones de los lugareños y ver vídeos para descubrir los mejores senderos del círculo sur de Noruega. Resultó que no había mucha información al respecto; viendo la cartografía, me di cuenta enseguida de que para explorar a fondo harían falta meses, si no años, pero teníamos solo 7 días para rodar todo lo que pudiéramos y yo diría que nos ha quedado estupendo.

Me acompañaba nada menos que Martin Söderström; yo lo presentaría como un famoso freerider y toda una leyenda. No lo conocía, y no estaba seguro de qué experiencia tenía en este estilo de ciclismo y viajes. Después del viaje, y si tuviera que describirlo con una sola frase, diría que es un cachorrito juguetón con el apetito de un labrador y que está preparado para casi todo, siempre y cuando haya tomado al menos un skolebrød al día.

Lugar 1 – Oppdal, Noruega

Quedamos allí y empezamos el viaje en nuestro punto más septentrional, en Oppdal. El viaje en coche había sido largo, pero bonito, pasé horas sin ver nada de infraestructuras. La ciudad era bastante moderna y después de una buena noche de descanso encontramos la mejor cafetería y panadería antes de salir a recorrer los senderos. Le conté lo que tenía planeado y cómo iba a ser la semana que teníamos por delante. El plan era conducir por la mañana hasta un lugar y luego hacer una ruta por la tarde hasta el anochecer con la esperanza de ver algo parecido a una puesta de sol.

Nuestro primer recorrido del viaje sería Gullstein, que se traduce como “la ruta del oro”, y no nos decepcionó. Un ascenso de acceso fácil, pero largo, nos llevó a una ruta a pie en busca de un sendero estrecho entre la maleza. Al final, llegamos a un mirador con vistas al valle de Oppdal, era precioso. Al volver al sendero, el paisaje era más abierto, recorrimos amplias zonas con lajas y seguimos un sendero bastante estrecho con piedras, frenazos en cada giro cerrado y haciendo todo lo posible para no dejar de admirar las vistas impresionantes. Cuando entramos en el bosque, la tierra estaba suelta, mullida y con algún salto que otro.

Seguí a Martin y vi cómo no dejaba pasar ni un salto para volar y desaparecer. Paramos un momento a reponer fuerzas en el pueblo y nos dirigimos a Rauhovdin para la puesta de sol, pero voy a dejar que la foto hable por mí: ¡era Noruega en una postal!

Lugar 2 – Valldal, Noruega

El segundo día nos esperaba con un recorrido de 4 horas en coche hasta Valldal, donde cruzaríamos la muralla del troll. Fue una de las vistas más inspiradoras que he podido contemplar en mi vida, me quedé sin palabras, y al final acabamos pasando 6 horas al volante.

Llegar a Valldal fue igual de increíble. En los fiordos se veían unos pilares de piedra imponentes hasta donde alcanzaba la vista, rodar por aquí prometía ser una experiencia única. Empezamos por una carretera asfaltada que rápidamente se convirtió en tierra y luego en un sendero. Al llegar al punto más alto, la sensación era la de estar en un escenario de El Señor de los Anillos: era increíble, sin la más mínima huella humana, un paisaje abrupto e inhóspito.

Lugar 3 – Sogndal, Noruega

Continuamos con otras 4 horas de coche y 2 travesías de ferry, una parada para tomar café y un skolebrød por cabeza, hasta que llegamos a Sogndal. El plan de ataque era echar a rodar en Molden, una cima abierta desde la que bajamos a los fiordos. Empezó con un ascenso no muy exigente con algún tramo técnico antes de una corta caminata con la bicicleta a hombros para llegar hasta la cima. Centrados en la conducción, a lo mejor ya nos habíamos acostumbrado un poco a estar rodeados de unas vistas tan increíbles como las de los días anteriores. El sendero con constantes subidas y bajadas parecía interminable, y se perdía en el horizonte. Martin se lanzó primero y leyó la ruta de manera completamente diferente a como yo la habría trazado, pero con su estilo de montar fluido y su buena postura era más fácil aguantar los impactos más fuertes, y no dejó pasar ni una oportunidad de dar un buen salto y echar a volar.

Dedicamos un segundo día a Sogndal, nos tomamos la mañana con calma, y fuimos a un par de cafés antes de dirigirnos a Kaupanger. Subimos por un bosque que Martin describió como típicamente escandinavo y disfrutamos en cada giro de 180 grados durante el descenso. En la parte inferior del recorrido, el terreno era marga con algo de tierra suelta y tramos de roca, posiblemente mi sendero favorito del viaje. Navegamos entre árboles, clavamos cada giro y fuimos dando saltos por los pedregales. Dejé que Martin abriera la ruta y se lanzó a fondo, salpicando tierra por la rueda de atrás. Nos reímos, gritamos y nos lo pasamos bien... era la tierra más pura y la más perfecta, y los dos teníamos la sensación de que estábamos practicando surf.

Lugar 4 – Hemsedal, Noruega

Otro ferry, cruzamos el fiordo y llegamos a Hemsedal. Esta noche tocaba acampar, y yo cocinaba. Dormir y cocinar en la naturaleza con todo el equipo es algo increíble, cada uno tiene que colaborar en algo y todos nos centramos en el trabajo. Pusimos a cargar las bicicletas, Martin preparó la zona de acampada, encendí la barbacoa y preparé un filete de salmón. Mientras cocinaba, abrimos un par de cervezas, nos sentamos a reflexionar sobre lo que había sido un viaje épico, y nos dimos cuenta de que acabamos de pasar la mitad del recorrido.

Ask-tessa

Hemsedal sería la primera y única estación de esquí que íbamos a visitar. Nuestro plan era explorar algunos de los senderos fuera del bike park, y nos decantamos por una ruta conocida como "el sendero olvidado". Por encima del Hemsedal, el terreno volvía a cambiar aunque seguía siendo paisaje de altura, pero las montañas que nos rodeaban eran menos escarpadas y la verdad es que había incluso tramos en llano.

Ask-tessa

Parecía que el otoño se había adelantado, los colores cambiaban, recorrimos tramos de roca antes de bajar por un bosque de abedules donde había gran cantidad de raíces, pero afortunadamente había buenos peraltes de tierra en todos los lugares necesarios y disfrutamos de la bajada al valle.

Ask-tessa

Por la tarde, como tantas otras veces, perdimos el último remonte. Menos mal que contábamos con nuestras Voltage y nos quedaba la batería justa para volver a subir y descender hasta Sentrumstien por un sendero de nivel rojo. Dejé que Martin volviera a ir en cabeza, que es su fuerte. Jugueteó con cada salto, rodó a por todas, hizo algún truco que otro y clavó cada peralte hasta el final de la ruta. Disfrutamos como niños y acabamos en el complejo de Fyri. Nos registramos en recepción y disfrutamos de unas instalaciones increíbles, incluida una piscina con bar: tras 5 días de acción, necesitamos un poquito de relax y descanso.

Lugar 5 – Nesbyen, Noruega

Nuestra penúltima parada fue Nesbyen, un lugar del que nos habían hablado mucho. Quedamos con Will, de la empresa Any Excuse to Ride, que sería nuestro guía para así poder aprovechar al máximo el poco tiempo que teníamos a nuestra disposición. Pero, antes, había que ir a la panadería Bear House para ya sabéis qué. Los panes y los pasteles de Noruega son de otro nivel, la gasolina perfecta para todo el equipo.

Al final, subimos por la ruta de Beater, un sendero del que habíamos oído hablar mucho, y que estuvo a la altura de nuestras expectativas. Es un sendero con un trazado fluido indescriptible, con una combinación de tramos naturales y artificiales, junto con rectas largas por donde los leñadores sacaban los troncos tirando con caballos hace unas décadas. Creo que esta podría quizás ser una de las mejores rutas de este viaje, pero es difícil quedarse con una sola, porque cada una de ellas tuvo su encanto.

Will nos llevó a dar una última vuelta por un sendero secreto en el que había estado trabajando, no tuvimos tiempo para echar fotos ni grabar vídeo, solo disfrutar de un recorrido sensacional. Mi manillar iba apartando la maleza cada vez que entraba a una curva peraltada con mi Voltage.

Ask-tessa

Lugar 6 – Oslo, Noruega

Finalmente, llegamos a Oslo y exploramos la pequeña pero fascinante zona de senderos de Ramsas. Creo que a los dos nos sorprendió lo bien que estaban los senderos y lo cerca que estaban de la ciudad. Son senderos técnicos, con raíces, con tierra mullida y marga, una especie de resumen de todo lo que habíamos recorrido hasta ese momento en nuestro viaje. No era una red de rutas particularmente extensa, pero daba mucho juego. Nos encontramos unos cuantos descensos buenos para rodar y aprovechamos la potencia de la Voltage en unas colinas que no eran tan altas para así poder disfrutar de diferentes tipos de senderos.

Ask-tessa

En 7 días, habíamos pasado de la naturaleza remota de los fiordos a las rutas por las montañas que rodean la capital del país. Habíamos consumido decenas de skolebrød y bollos de canela, habíamos bebido litros y litros de café y cerveza, y compartimos experiencias que creo los dos recordaremos mucho tiempo. Para mí, se trataba de compartir el viaje con Martin, los dos estábamos fuera de nuestras zonas de confort, y acabamos el viaje como amigos. Procedemos de dos disciplinas muy diferentes en el ciclismo de montaña, y no es habitual tener la oportunidad de conocer y compartir los senderos. En este caso, la potencia de la Voltage nos había unido. Marty, ¡gracias por apuntarte a mis planes de locura! Brindo por el próximo viaje, aunque solo sea para que me des lecciones de estilo en el skatepark.

¡Echa un vistazo al diseño de la Voltage de los sueños de Scotty aquí!

Texto: Scotty Laughland

Fotos: Emrik Jansson

Vídeo: Robert Grew

¿Quieres ver más de la Voltage en acción? Aquí puedes ver cómo Marine Cabirou y Andrew Neethling se enfrentan al bike park de Châtel


Bicicleta SCOTT Voltage eRIDE 900 Tuned
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Maillot de manga larga para hombre SCOTT Trail Tuned
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Pantalón para hombre SCOTT Trail Tuned
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