Salimos hacia el Piamonte con el coche cargado de bicis en una calurosa tarde y llegamos al Rifugio delle Rane en el extremo oriental de la Strada dell’Assietta justo a tiempo para cenar al más puro estilo italiano: antipasto, primo piatto, secondo piatto, dolce. Buona notte!
A la mañana siguiente, salimos bien temprano para recorrer el primer tramo de la Strada dell’Assietta en ascenso a Alpe Assietta. Recorrer la montaña en solitario mientras amanece es una sensación mágica, y este tramo era el terreno perfecto para nuestras bicicletas gravel, más ligeras y más rápidas que las de montaña, pero mucho más cómodas que las de carretera con sus cubiertas de 35 mm. El viaje no podría haber comenzado mejor.